¿Y si lo único que necesitamos para ser felices es descubrir el brillo de las cosas intangibles?
Alice Kellen, Donde todo brilla.
Lo intangible, incorpóreo o espiritual toma valor en nuestras vidas porque está relacionado con los sentimientos; con los anhelos o desvelos del alma. Y llama también nuestra atención ya que son aspectos que se escapan de nuestro alcance, de nuestras manos, de nuestro control, a veces. Cuando no podemos tocar o ver algo, tenemos la sensación de estar ante algo misterioso. Y quizá sea verdad. Aquello que no somos capaces de percibir con los sentidos adquiere un halo enigmático que nos atrapa y nos remueve.
Pero lo intangible, en la mayoría de los casos, viene provocado por algo que sí lo es.
Una caja de zapatos llena de cosas de antaño, guardada debajo de la cama, evoca miles de cosas intangibles. Melodías de otros tiempos; ruidos de ciudades lejanas; olores particulares; escalofríos. Destapar ese cofre de cartón, que tiene volumen, profundidad, que está cubierto de polvo que nos ensucia las manos, es lo que le da valor a todo lo demás. A lo intangible.
Un abrazo cálido, apretado, que dura un rato largo, ¿cuántas sensaciones nos puede trasmitir? Las dobleces de una carta escrita a mano y guardada en su sobre rasgado, ¿a qué época pasada nos transporta? Un dibujo a mano alzada, improvisado, al final de unas notas tomadas con avidez y sin mucho orden, pasadas unas semanas, meses o años, nos provocará, igualmente, las mismas sensaciones que en el momento de ser creado. Lo tangible como elemento imprescindible para lo etéreo.
Efectivamente, para ser felices, debemos descubrir el brillo de lo que, por esencia y las leyes de la metafísica, no podemos tocar. Entender y poner en orden las piezas del puzzle de nuestra vida, cargadas todas ellas de material sensible, hará que vivamos de forma plena, aunque esto no signifique que siempre sea buena.
Pero, ¡atención! Previo a esto y al misterio de lo invisible, debemos haber atesorado aspectos palpables que nos lleven de viaje a descubrir y entender lo intocable.
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